Al fondo a la derecha






Las puertas se cierran suavemente y el ascensor panorámico empieza un armonioso ascenso con fondo musical para llevar a su pasajero hasta el último piso.

En unos pocos segundos llega a destino y suavemente le invita a salir de su espacio, tubular y acristalado, dejándolo frente a un largo pasillo que recorre con paso tranquilo hasta encontrar el umbral de la Suite donde le espera su jefe.

-Amigo Plató, qué agradable visita!

Plató es  conducido hacia el fondo de la estancia. A la derecha, una gran superficie acristalada se abre mostrando el amplio balcón que permite disfrutar de las vistas de la ciudad a lo largo de su perímetro.

Después de acomodarse y aceptar la bebida que amablemente le ofrece Halesius, Plató va directo al asunto.

-Es Lantanique, señor.

-¿Qué pasa ahora con Lantanique?  Últimamente estoy muy tranquilo. No recibo quejas ni por sus ironías, ni por sus escritos morbosos. Ya casi ni publica. Con un poco de suerte conseguimos que realice todas las misiones como el resto de ciudadanos y puede que incluso acabe usando una Visa. Por cierto, dile a su guardaespaldas que investigue si dispone de Visa. Le pusimos un guardaespaldas, ¿no?

Plató asiente con la cabeza sin dejar de observar el hielo que se disuelve en aquel vaso voluminoso y pesado.

-Señor, me refiero a que ya no es la misma.

-Que no es la misma! ¿Qué quieres decir? ¿Lantanique ha cedido su cuenta? Si es una multi ya sabes lo que hay que hacer…

-No, no es eso señor. Le pusimos un guardaespaldas para vigilarla, tal como usted dijo. Pero ese tipo no nos informa de nada. La cuida, eso sí. Yo diría que la cuida demasiado.

-¿La cuida? Esto no es un centro de salud. ¿De qué va ese lantaespaldas?
Halesius frunce el ceño imaginando la manera en que la cuida.



-Pues quiero informes. Si no te los proporciona, eliminadlo y ponedle otro guardaespaldas.

 -No podemos, señor. Ese  tipo tiene mucho poder. Es un “Dios de la guerra” y esos son intocables, como los titánicos.

-Bueno, los únicos intocables son los que pagan. Los demás sobreviven.

Halesius se sirve otra copa y pregunta:
-¿Y Espaugyl? Podríamos utilizarlo para nuestra causa.

-No sirve, señor. Tiene un alto sentido del honor y la dignidad. No aceptaría ponerse de nuestro lado para traicionar a una amiga.

-¿Lizan?  Al fetichista de Lizan le gusta jugar y seguro que no tiene escrúpulos  en cuanto a lazos amistosos.

-Puede que no tenga escrúpulos cuando utiliza el surrealismo crítico para denunciar algo pero es fiel a La Familia y siente respeto por ella.

-Y ese otro… el Avutardo? ¿Este tipo sabe algo de estrategia militar? A veces no para de hacerse bazookas y luego no es capaz ni de levantar una pistolita.  Sin embargo, los tochos que escribe tumban a cualquiera.


-Sí, es muy prolífico. Ahora lleva la [url=http://www.erepublik.com/es/newspaper/secretaria-de-cultura-262593/1]Secretaría de Cultura mexicana[/url]. Al menos allí no se sacan trapos sucios, porque lo que es en el Ministerio de Cultura español, últimamente todo son polémicas.

- Encontré colosal la intervención que hizo como tertuliano en esa radio familiar...sabes,  esa donde un matrimonio reúne a unos cuantos acólitos para marujear un rato ¿comment s’appellait..?

-Enigma_eradio

-Justement!  Ahí escuché a un Avutardo campechano, con un estilo  “te tomo el pelo y ni te coscas” que me fascinó. ¿Te puedes creer que casi toda su intervención se la pasaron pidiéndole que explicara la eConstitución y él allí meneando la perdiz pero sin soltar prenda sobre esa  eConstitución?. Nadie sabía de qué se hablaba pero parecían entusiasmados.

-En mi opinión, señor, creo que no tienen claro el concepto de “tertulia”. En sus programas los temas son siempre del mismo calibre, acusar a algo o a alguien. Los tiempos de participación están controlados y encima hay derecho de admisión.

-Ah sí? No sé. Yo sigo opinando que Avutardo mantuvo el tipo muy bien. Es de los que saben lavar y tender la ropa (on dit comme ça?????)

-No, señor, la expresión es “nadar y guardar la ropa”.  Avutardo es astuto, sí. Por eso mismo no arriesgaría su pellejo en este asunto. No tiene ningún interés en que el “lantaespaldas”  le rompa las piernas por querer sustituirlo. Pero no por eso deja de hablar con ella siempre que quiere.

- Pues entonces busquemos una mujer. Las mujeres no pueden tener caldo en la boca. Alguna habrá que se haga íntima amiga y nos tenga al corriente.

-Señor, la verdad es que resulta más fácil acercar una mujer a su guardaespaldas que no a ella. La idea es que centre su atención en otra y la olvide, como hacen todos.  Estamos en ello.



-Uhmm… recuerdo lo que costó conseguir que ella dejara de esperar a aquel tipo de la 133. Pero sí. Tienes razón, todos acaban olvidándola. Mira aquel otro que le pedía el cuento de la buena pipa.. también desapareció!

Y al decir esto apura el líquido aguado que queda en su vaso para apagar el calor intenso que le invade recordando algunos de sus cuentos.

Plató abre un dossier con todo el histórico de mensajería entre Lantanique y sus conocidos. Busca uno en concreto, extiende el brazo y se lo muestra a Halesius.
Lantanique wrote days ago
Día 2033 Tocaba publicar.
De tanto esperar, perdí la motivación. Ya no hay casualidad.

Lantanique wrote  days ago
Día 2033, hora 17:33 y casi 33 días sin publicar... algo pasa con Lanta xD
..Además de nivel de experiencia 78.233 y 1233 días de eVida.
Sólo falta una canción que dure eso: 3.33 y ya rematamos el tema

Halesius se levanta y atusándose el pelo con los dedos medita un momento.
-¿Crees que se quiere largar?

- Señor, ¿recuerda esta noticia? –Platón le entrega un ejemplar de las New False News

Halesius sonríe al releer el espacio dedicado  a Lanta-Hari

-Por suerte se requisó el material. Aunque eso no impidió que el partido eF se disolviera para transformarse en otro similar.

BuIIofWar quiere agregarte como amigo. ¿Aceptas? Sí - No
BuIIofWar para Lantanique | hace 11 días
Te invito a que te unas al Frente Patriótico Español, un Partido en el que trabajamos por y para eEspaña. Recibirás comida y armas gratis a diario y te ayudaremos a crecer de la mejor manera posible, a la vez que tu sóla presencia nos será de gran ayuda.
Unete aquí y pregunta ……



- Mismos perros con distintos collares…

-Lantanique se empeñó en difundir el fragmento de noticia que no se había publicado en el periódico de Personahumana. Me la encontré perdida por los canales preguntando cómo acceder a la emisora de Medusa62 y yo mismo la ayudé a encontrar la dirección. “Al fondo a la derecha” –le dije, sin saber de sus intenciones: colgar el video censurado con las imágenes cotidianas de la cúpula del antiguo partido eF.



-Y qué pasó?

-Pues que la echaron a patadas. Ya sabe, señor, que hay mucho control en esa emisora.

El cachas de la entrada tiene una lista Vip pero ella se coló y pasó desapercibida hasta que algunos oyentes empezaron a comentar. Salió disparada de un puntapié y sin previo aviso. Tiene prohibida la entrada de por vida.




-Pobre Lantanique! Tengo entendido que los de esa emisora son de buen comer y de dimensiones considerables…  ¿Crees que todo eso la está desmotivando?

-Me preocupa, señor. Su guardaespaldas la controla muy de cerca para que no se largue.

-Amigo Plató, ella siempre fue muy melodramática. La verdad es que aquí no hay sitio para féminas así. A veces no entiendo qué hace aquí. Este lugar es para mujeres como esa tal Medusa62,  una Atukasapepe (o como quiera que se llame) o una Maryoky, por ejemplo. Mujeres ansiosas como urracas por engrosar su medallero, capaces de usar su Visa para meter más de 130kk de daño en una batalla, capaces de entender cómo funciona una batalla o de qué se habla cuando se pronuncia TWO, capaces de manipular y engañar para conseguir una presidencia. Pero dime ¿qué aporta Lantanique a este mundo?   No sé por qué dices que está cambiando, si los únicos cambios que veo son los de su avatar…



Plató marcha dejando a Halesius concentrado en ese collage por ver si encuentra alguna imagen que le muestre una Lantanique diferente o más real.

El ascensor desciende lentamente. A la altura del piso 33 las puertas se abren. Pero no hay nadie esperando. Plató sujeta las puertas por si acaso aparece.
Él sí quiere allí una mujer como ella, con dudas infinitas, maniática con sus preguntas, morbosa en sus comentarios, provocando el odio o el aprecio según la inteligencia de su interlocutor.

Alguien así que entre ahora en ese ascensor.  Que le sonría con la mirada. Que  le haga imaginar que la abraza y que deja que él deslice su mano entre su ropa. Que se aferre a su cuello apoyada contra una de las paredes y que responda a sus besos con una lengua ligera como una pluma y suave, como esos labios húmedos que cree tocar con sus dedos…