La noche de los 1000 días


24/10/2012 - Día 1800 por la mañana

Hoy es de esos días en los me despierto con un único objetivo: revolver todo el armario para decidir qué ponerme esta noche.



Hoy es el día en que Platón me vendrá a buscar a eso de las 8 p.m. para llevarme junto a Halesios.
Nunca entendí los mensajitos de Platón, supongo que por eso se esforzó en enviarme una traducción un tanto literal diciendo que “on day 1800 usted tiene un meeting con Halesios. Usted va a venir invitada esa noche y usted no puede excusarse ni faltar al meeting. Espero a las 8 p.m. o’clock.”
Esta noche actúa Keane en Barcelona. Me ilusiono pensando que la cita es para llevarme a ese concierto como regalo por mis 1.000 días en este eMundo.




24/10/2012 - Día 1800 a la Hora del Angelus

A eso de mediodía sigo dándole vueltas al asunto.

¿Y si Halesios me convoca para volverme a echar una bronca como la de hace un año?



Esta vez no sería justo porque puedo demostrar que he mejorado en muchos aspectos de mi eVida.

Ahora siempre estoy activa en algún batallón. Mis cambios de milicia (MU) no se deben a cambios de humor ni a que me echen de las que he estado. No. Es sólo una cuestión de crecimiento personal.

He empezado a  viajar más como mercenaria. De pronto he descubierto que vivía en un error por falta de comprensión lectora. Me explico: Hasta hace poco yo tenía mi contador de mercenario clavado en 22/50. Nunca me había interesado por ese logro. Me leí las instrucciones y para mí la idea era eliminar 25 enemigos de cada uno de esos países. Pero viendo que mataba y mataba y eso nunca se modificaba opté por hacer una ingenua consulta al “senior” de mi MU.

-“Oiga, senior, que estoy harta de pegar en sitios bárbaros y nunca paso de 22/50. Si estoy con los indonesios matando croatas ¿por qué merda no me cuenta esos 25 croatas como logro 23/50?”

El “senior” alardeando de su larga experiencia y habilidad para las dotes marciales me responde solícito y paternal:
-“No cuenta en qué país mates, sino por qué país matas. Para sacar la MM, tendrás que viajar un poco. Primero, ve mirando batallas en las que puedas pegar A FAVOR de los países que te falten. Si quieres te llevo de la mano para que te la saques. Pero pregúntame antes de pegar en ningún lado."

O sea, a estas alturas de mi eVida he descubierto que tengo que ir a favor de los que me faltan (incomprensible). Pues yo siempre iba en contra. Es que tengo problemas de orientación y siempre voy al contrario de donde quiero ir.

Encima el senior se las da de listo: -“Síii, a favor de los que te faltan!!!!!!!!! ¿Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas?jejeje”

El “trasto torpe” -que es como me llama el senior de mi MU (aparte de bicho, bruji, cabezona, enana, o mi niña, según le rote)-, sólo pudo justificar su incapacidad para temas estratégicos defendiéndose así:  “Pero .... eso está mal explicado!!!!! La Mercenaria pone: cárgate a 25 de esos países. Pues bueno, si hasta ahora tengo 8/25 de Croacia, tendré que ponerme al  lado de los que matan a los de Croacia!!!!. Sería lo suyo…¿no? Vale, yo no entiendo los mapas. Pero ¿SABES POR QUÉ? Porque los hacen hombres y con mu mala leche....”



De todas formas nunca necesité que me llevaran de la mano. La única BH que tengo la conseguí  yo solita. Bien es cierto que eso me ha granjeado la enemistad de algunos detractores que me acusan de tener pagafantas a mi alrededor provocando una polémica troll por anunciarme, publicar sobre eso y llegar al Top.

Considero que es el precio de la fama. Una fama que conlleva alabanzas y chocopuntos,que de eso también tengo alguno. Quizás se tendría que añadir un chocopunto especial para el chivato más envidioso o una medalla para el censor con más mala idea.
Hablaré con Halesios de este detalle y aprovecharé también para reprocharle esa estúpida novedad que te permite cambiar tu Nick por un “módico” precio. Si hasta ahora la gente dudaba del sexo de sus conocidos, esto encima nos hará dudar de la verdadera identidad del que te habla con otro nombre.


¿Será que este eMundo se ha vuelto aburrido?
Es como aquel que no para de cambiarle el nombre a su periódico.¿Será insatisfacción personal? ¿Poco compromiso a la hora de mantener una idea? ¿Falta de personalidad, inestabilidad emocional, incapacidad para mantener un objetivo?...


24/10/2012 - Día 1800 en la bañera

Mientras me relajo en un baño de jabón perfumado pienso que 1000 días aquí dan para mucho y yo soy de las que van poco a poco. Soy de las que tratan de pasar desapercibidas. De esas que se pierden de vista. De esas que pueden convertirse en una diosa de cristal, pero de un cristal fácilmente rompible si no se sabe cuidar.

Me hizo ilusión que se pidiera mi colaboración en un proyecto para impulsar el módulo periodístico. Lástima que me desilusionó muy pronto el ver que los propios organizadores dejaban el proyecto abandonado como un barco a la deriva, un barco pirata fantasma.

Admiro la imaginación de ciertos eciudadanos que montan concursos, encuestas, partidos políticos e incluso programas radiofónicos. Yo soy incapaz de nada de eso. Para crear algo sin originalidad, objetivos ni compromiso de continuación, es preferible no hacerlo.

A veces escucho los programas de radio. Me gusta escuchar las voces de los que participan. Las hay claras y cálidas, de esas que imaginas acariciándote el oído mediante susurros sobre cosas más humanas y reales  que no opinando sobre no sé qué impeachment  o datos de economía emundial.  Las hay un tanto rasposas, por efecto del tabaco, que te introducen en un bucle vicioso donde te parece notar el tacto de la yema de un dedo por alguna zona de tu cuerpo pero del que sales en los momentos en que  se detienen pasa salivar un poco y de paso repetir lo último dicho, recurso que va muy bien para pensar cómo continuar en su discurso.  Me gusta el discurso pausado, con pequeños silencios  que dejan percibir murmullos de voces más tímidas, risas y respiraciones. No me gustan las voces autoritarias, que usan su programa para remarcar continuamente que es su programa y que acaban sus frases con un punto pelota. Un buen comunicador nunca debe mostrarse intransigente y su voz ha de ser precisa pero no airada.

Sólo una vez he hablado en una de nuestras emisoras. No puedo decir cómo resulta mi voz porque no me escuché. El programa no se grabó y mejor así, soy tímida y me daría vergüenza oírme.

Dicen que ha sido por mi voz por lo que me han elegido “spokeman” de mi partido. Curiosa la traducción que hacen de este término porque para mí no es lo mismo Vocero, que Vocal o Portavoz.  Si se piensan que voy a ir pregonando por el eMundo los Estatutos de UN  creo que mejor será que me destituyan.



24/10/2012 - Día 1800 mientras me arreglo

Calzándome los botines me inquieto pensando si Halesios no hace todo esto por celos.

Actualmente mantengo una relación de admiración “hakoi-senpai “ que más bien se podría definir de materno-filial, donde yo soy el senpai, claro. Pero también tengo admiradores a la vieja usanza, lo que algunos haciendo mal uso de la palabra y con mala fe denominan  “pagafantas”.

Remontándome a mis inicios, todo comienza con un culebrón y una manía obsesiva por ir narrando todo lo que me pasa.  Historias en hotelestrincheraseventos y kedadas.
Algunos relatos se convirtieron en sinceras despedidas.

Por su parte, varios eciudadanos tuvieron palabras para mí en sus artículos y crónicas. Mientras sonrío por la última de Espaugyl , bajo en el ascensor porque Plato ya me está esperando en el coche. Y me lleva con él a expensas de saber qué me deparará la noche de los mil días.








26/10/2012 - Día 1802 esperando que fuera un sueño


“Tu tiempo es mi tiempo, Lantanique y ahora lo detengo en este preciso instante para que me lo dediques exclusivamente a mí”


Así empezó a hablarme Halesios una vez entré en una habitación con una iluminación lujuriosamente estudiada.


Tumbado en un cama me pide que lo ate y que le vuelva a narrar la historia de la flor de la lantana con las mismas palabras y gestos que utilicé cuando se la conté por primera vez.

Y después de esa historia me pidió otras. Y a medida que pasaban las horas su cuerpo se transfiguraba



Creí ver en él y en sus palabras a otros eciudadanos: "… no estoy medio enamorado, estoy enamorado entero… Mi  corazón sólo quiere asentarse, amarrar en tu orilla. Lo sé desde la primera vez que te leí, hace mucho… Cuéntame la  historia de la gata y el ratón… Dudo si aprovechar estos cinco minutos para abrazarte y acariciarte o quedarme quieto por no ser capaz de parar cuando te tengas que ir... Buenas tardes Oculta en las plantas.¿ A qué hueles hoy??.. Me concentro imaginando cómo sus piernas se entrelazan con las mías. No le digo más…Estimada beldad lantánica de andares cardiacos…”



Y esa noche se ha convertido en la noche de los mil y dos días, esperando que todo sea un sueño del  que me vengas a despertar.





Porque mañana, día 1803, quiero estar fuera de aquí, para darte 33 abrazos con sus correspondientes 33 besos por cumplir 3 años aquí.










Una Abraçada


Cuando recibió el primer impacto le dolió. No sabía de dónde venía la piedra. Pero le dio de lleno en la sien. Durante unos segundos se le nubló la vista y perdió el equilibrio. Pero sacó fuerzas para no caer y siguió caminando.

Nuevos impactos se fueron sucediendo cada vez más continuados y contundentes.

Una de las piedras le abrió una brecha en la frente. Se tapó los ojos, sorprendida. Otra mayor le saltó a la cara, acertando en toda la boca para no dejarla hablar. Se tiró al suelo. Y allí, la más enorme, le aplastó los dedos para que no volviera a escribir las cosas que ella contaba.


Pero nada de todo eso le dolió tanto como descubrir que quienes más daño le causaban en ese momento, se le habían acercado tiempo antes halagándola y pidiéndole su amistad. Hubo quien justificó su pedrada diciendo que aunque se la lanzaba, lo hacía con sumo respeto. Y hubo quien justificó la de los demás  diciendo que un día u otro tenía que pasar porque se lo había buscado.

-Si no soy un elefante, ¿Por qué me disparas?
-No entiendes, Lantanique. Tengo que hacerlo. Soy eRey de eEspaña.

Pero cuando nadie lo miraba, en privado, le musitó al oído: "Perdón, me he equivocado. No volverá a pasar.
Pero ¿Por qué andas provocando?"


La estaban lapidando no por ser quien era, sino por lo que mostraba.

Más decepcionada que irritada, los dejó hacer. No se puede luchar contra la estulticia humana.


Sumida en un estado de shock se acogía a su libertad de expresión.

Los ciudadanos de pro le recordaron los tres mandamientos de este eMundo:   Conquista países. Construye un imperio económico. Consigue ganar en todo. Controla a los demás pisoteándolos…

En este eMundo ideal  el único descontrol permitido es cuando se hacen pegadas conjuntas.  Sólo si te interesas por el módulo político y eres hombre puedes pedir votos, e incluso comprarlos.  Sólo si te escudas en el troleo puedes insultar. Tirar la piedra y esconder la mano. Pero no puedes revolucionar hormonas ni alentar el disfrute por la lectura. Distraer así es nocivo para la comunidad.


Por fin Lantanique ha asumido que para sobrevivir aquí hay que hacerlo de forma ridícula. Ahora, camuflada bajo un aspecto de teletubbie, recorre este mundo infantiloide repartiendo abraçades dedicadas a  aquellos que ven perversión en un cuerpo de mujer pero se mojan, deleitándose a escondidas, con otras perversiones.

hipócritas en la intimidad

¿Y qué es una abraçada sino un gesto de saludo en unos casos o despedida en otros? Porque, en definitiva, los abrazos son para eso: para los encuentros y para los adioses.

Pero no voy a decirte adiós. Al menos así no.

Me quito el esquijama amarillo para ponerme otras prendas que se abracen a mi cuerpo de forma más elegante.


Si voy a tu botellón  y me encuentras, dejo que me abraces.
Me abrazas sonriendo porque no me he ido. Me abrazas seriamente para que no me vaya.
Con mis brazos rodeo tu cuello y abrazada me llevas contigo.
Con mis piernas entrelazo las tuyas en un abrazo muy húmedo.
Con tus brazos me giras y me convierto en la almohada donde reposas a gusto.
Si me abrazas así, no hay olvido.








La importancia de tener un bici...

… y de cerrar la boca

Lantanique nunca ha sabido cuál es su objetivo vital en este eMundo. Hubo un tiempo en que algunos se lo preguntaban  y, por aquel entonces, ella sólo respondía que estaba por casualidad y que se dedicaba a esperar.

Ahora, las hojas arrancadas de ese calendario con todos sus días caídos la han sumido en la soledad de quien ya no sabe qué espera.



“Quo vadis, baby?



No sé dónde voy. Pero a veces creo vislumbrar el final del trayecto.

Sé que estuve en una eBoda hace pocos días. Tenía que ir. Yo era una de las Damas de Honor. Fui sola. Todos me conocen y muchos me hablan, pero fui sola. Esperé por si alguien me acompañaba. Yo siempre espero. Y llegué tarde.
El acto en sí no tuvo mayor aliciente que comprobar las estrategias políticas de los contrayentes y la total dictadura delos que orquestaban el acto no dejándome hablar durante la ceremonia, quizás por miedo a un boicot o a alguna salida fuera de tono.
Personalmente, estaba convencida de que el tal Trico saldría huyendo al intuir que el único objetivo de es unión era la parte de gananciales que se podía llevar Athenna solicitando el eDivorcio.



También voy sola a las batallas.
En una de las últimas te ví. Yo entré a matar mis 25 víctimas diarias. Ese día les tocaba a los portugueses y empecé a disparar mirando el contador para no pasarme (no me gusta masacrar). Levanté la vista un momento y allí estabas tú, a veces delante, a veces detrás, pero conmigo.

Imaginé que me cogías de la mano y me arrastrabas corriendo hacia una de las trincheras.
Sentí  tu cuerpo arqueado sobre el mío y el murmullo acompasado de tu respiración junto a mi cuello. También sentí el lamento incipiente de mis tripas recordándome que no había ingerido nada en toda la mañana.” Ya no desayuno con donuts.  Me tomo un café solo”.
Sentí una carcajada sofocada en mi oído mientras sacabas tu barrita para ofrecérmela. Y me dices que la vaya chupando porque está muy dura. Y lo hago suavemente. Así, despacio, con ligeros mordisquitos como los que siento de tu boca por mi cuerpo


Cuando salí de la ensoñación te ví saludándome a lo lejos. 1 abrazo y 33 besos, porque te ibas con tu pelotón. Yo me fui sola, con una barrita más para mi colección y arrastrando otro bazoka a mi almacén.

A diario veo en el localizador los logros alcanzados por veteranas heroínas como eBelinda, Athenna ,  Fermusita, Ithilwen;  o incluso novatas recién llegadas,  como Blanca de Navarra, que muestran orgullosas sus merecidas BH,s   Yo también querría sentirme como ellas.

Esta mañana, mirándome al espejo me preguntaba “¿Qué demonios tienen ellas que no tenga yo?”


Vale que no tengo la experiencia  ni los conocimientos de Fermusita. Tampoco cuento con las habilidades estratégicas y políticas de una eBelinda. No estoy dotada de la gracia de Ithilwen y carezco por completo del carisma que desprende Athenna. Para más vergüenza, me cuesta entender los asuntos económicos que tan bien sabe explicar Blanca de Navarra.

Pero entonces ¿Qué papel tengo yo aquí?



Sí. Algunos me dirán que lo único que sé hacer es criticar la labor de otros y poner en entredicho sus actuaciones. Que soy quisquillosa, que sólo sé meter el dedo en la llaga, que me burlo de todo,  que no soy diplomática y que mejor estaría  con la boca cerrada.



Sin embargo , también me dicen: “Me gusta cuando callas. No que estés ausente”

Salí de casa, resignada a pasar otro día más. “Quo vadis, Lantanique?”

Recogí las instrucciones de la milicia y me dispuse a  cumplir con mi rutina diaria. Generalmente no me importa dónde hay que luchar. Yo sólo cumplo órdenes.

Mis pensamientos vagaban entre cuestiones más existenciales por lo que disparaba de forma aleatoria.
Ya llevaba algo más de 25 muertos cuando un mensaje flotante apareció e hizo desviar mi mirada del objetivo:

Felicitaciones, has logrado llegar al Nivel de experiencia 33.

Fue como una señal. Una señal que me animaba a seguir hasta el final.



El daño que empecé a causar era cada vez mayor. Me puse eufórica y empecé a  correr hacia adelante cargando con unos bazokas negros imponentes que parecían no acabarse nunca. Decidí concentrarme un poco y combinar bien las armas que usaba, al fin y al cabo yo tenía un arsenal muy completo incluso con misiles sin construir todavía.

Me acercaba peligrosamente al tipo que ostentaba la primera posición. Para hacerle saber que me tenía detrás hice uso de uno de esos  misiles.



Casi alcanzo el éxtasis con el movimiento sísmico que produjo aquella descarga y verme, por primera vez en mi eVida, tocando una bici dorada.  Porque esta vez era yo, Lantanique, quien estaba haciendo más daño que nadie.

Y entonces el tipo reaccionó. Por lo visto se había relajado mucho mirando la BH que ya creía suya. Así que se puso las pilas y comenzó a hacer mucha pupa, tanto que desfallecí y hasta me pasó por delante otro que no sé ni de dónde salió.

Por un momento lamenté no tener cerca a Orbital71. Con él a mi lado, ayudándome con todo mi arsenal, me habría resultado más fácil.

Un “Aaanda a la mierrrrddda” salió de mi boca, sabiendo el peligro de ser chocoPuteada nuevamente por “insultar”, cosa extraña en mí, que soy muy educada.

Me fui a comprobar mis pérdidas pero mi almacén seguía bastante completo. Todavía disponía de todos mis bazokas grises, misiles sin construir, tanques y armas de todas Q conocidas... Y  barritas energéticas “a dojo”.

Observé al cachas de la “pole position” y lo dejé confiarse. Dejé que creyera que me había desanimado y que todo había sido un calentón de principianta. Sólo cuando noté que ya no se mataba mucho porque andaba acariciando la bici, fue cuando lancé un misil. Todo tembló y empecé a cargar tan duro que lo aparté de un codazo tras algún otro mísil, una carga de bazokas y otros cacharritos que tenía a mano. Había perdido  el control de mí misma. No paré hasta el final.



De la misma manera que cuando llegas al clímax lo quieres retener, de tan intenso que se vuelve; el acto se convierte en algo salvaje y el dolor se transforma en un placer que se percibe como un mordisco indoloro.



Muchos me han felicitado. En mi MU hasta me han obsequiado.



Y yo me sigo preguntando: ¿Dónde está la importancia de luchar en una contienda? ¿Está en eliminar el máximo de enemigos o en apartar de en medio a los que luchan a tu lado y quitarles la BH de las manos?[

La respuesta es bien fácil. La importancia sin duda está en la bici que te llevas. Porque una vez conoces ese placer, ¿Cómo no vas a  querer repetirlo?

Eso sí, yo lo seguiré haciendo a solas. Y me taparé la boca para que tú no me oigas gemir.