"Lunes Tormentoso"


No es cierto que aquí los lunes sean odiosos, eso es un tópico de la VR. En eR los lunes vienen a ser como el resto de días puesto que las actividades siempre son las mismas. Hay alguna pequeña diferencia: una guerra nueva, algún nuevo contacto que añadir, artículos que leer… pero en sí, siempre es igual. Sin embargo, para mí en este ePaís los días no son todos de la misma manera, y quien vaya siguiendo mis relatos comprenderá por qué lo digo. 


Este lunes mismo, nada más llegar al trabajo he encontrado una caja de “pestiños”, ocho para ser concretos.       


Viniendo de quien creo que vienen, deduzco que es una respuesta a estos artículos míos y un acto de rebeldía a un mensaje musical que yo le envié la otra noche.  Es por esto que aún no sé si tomarme la cosa por el lado metafórico, pero en su expresión más coloquial: mis artículos son una pesadez, (por no decir una palabra soez), o por el lado más sensorial: mis artículos dejan un regusto tan dulce como estos pastelitos. Sin pensármelo demasiado engullo uno tras otro y me los como todos… que yo no tengo problemas de peso!


Igual que se va marchitando una flor natural en la VR, la rosa con mensaje flotante de mi ordenador se ha ido desdibujando. Entro en mi perfil para ver qué actividades tengo asignadas y lo primero que veo es un mensaje de mi ejefe, con marca roja de urgente, donde me recuerda que aún no le he enviado mi ecurrículum y un cuestionario que tengo que cumplimentar sobre mi trayectoria personal y laboral. Vamos a ver, por qué ahora me viene con esto? No me gusta estar rellenando formularios con preguntas sobre qué cosas me gusta hacer fuera del horario laboral, si me gusta leer, qué objetivos tengo en la vida, si hay amigos que me conozcan bien y puedan corroborar lo que digo…., vamos que entre tanta preguntita le ha faltado poner también cuáles son mis medidas y qué talla de ropa interior uso.


No sé si son los pestiños pero empiezo a notar un cierto malestar que me corroe por dentro al llegar al final del mensaje, donde me pide por favor que se le haga llegar esta información lo antes posible para preparar mejor nuestra entrevista y añade que tiene intención de citarme un día de estos para conocerme personalmente y hablar, ya que nunca me encuentra en la nave ni asisto a las reuniones y quedadas que se hacen en esta eciudad.


Cierro el documento y de golpe el sistema se vuelve inestable. 






Parpadea la pantalla, se cierran y abren documentos. El ratón se mueve a su libre albedrío y no lo puedo dominar. Me decido a darle al interruptor de apagado con el deseo de que esa acción solucione el problema, pero de golpe se abre un archivo y me estallan en la cara unas imágenes con las que no contaba.






No puedo evitar que el resto de compañeros se aproximen a ver lo que está apareciendo en pantalla. Y les oigo murmurar frases subidas de tono y malintencionadas. Alguno incluso pone en duda mis tendencias sexuales y hace hincapié, susurrando al oído de otros y haciéndose el listo, que ya le parecía que yo era muy “rarita”. Pero ninguno de ellos sospecha que esas imágenes pertenecen a mi archivo personal y son referencia a un tiempo pasado, otra época, otra vida, otra situación, otro lugar.


Una vez termina el vídeo, el ordenador vuelve a su estado normal. Y yo inmediatamente llamo al informático loco. A pesar de que también dudo de él, necesito que me asesore y que investigue quién manipula mis archivos personales.
Se coloca frente a mi pantalla y comienza a teclear y a explicarme cosas que no entiendo…visualiza el vídeo pero no hace ningún comentario, sólo cuando acaba me mira y me aconseja que proteja mejor mis asuntos personales, que los proteja con un buen escudo.
Anoto todos los consejos y pasos que tengo que dar para encriptar mis documentos más íntimos y una vez que lo consigo decido apagar mi terminal para que nadie se ponga a  husmear en mi ausencia. Presiono el botón de apagado y vuelve a aparecer otro mensaje musical. Éste me pone los pelos de punta.






Decididamente hoy no puedo seguir en la nave. Me voy a ver si en alguna de las contiendas que hay por ahí abiertas me hieren y consigo que me ingresen por unos días en el hospital. 





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