No puedo evitar ser mujer y tener ciertos ramalazos de cursilería mental que en este ePaís están mal vistos. En momentos de soledad, que son muchos, me dejo llevar por pensamientos y deseos ocultos que se han acentuado desde la aparición del mensaje flotante en mi ordenador.
Desde la recepción de ese mensaje enigmático he vuelto a pasar mis noches bajo el puente y mantengo una cierta distancia con mi ejefe. Sospecho que lo sabe todo.
Bueno, en realidad sospecho de todo y de todos… En mi terminal estos días he recibido mensajes que me aconsejan que vaya con cuidado y no me fíe de los que me rodean. Incluso he recibido alguna invitación amistosa de gente que ni conozco… Yo soy una simple eciudadana pero sé que estamos más vigilados que en la VR. Intuyo que existe un control virtual, una especie de ECHELORepublik. Tengo la intuición que esos días en que aparece el pollo dejándonos incomunicados es cuando el equipo de Admin espías se dedica a controlar nuestros mensajes y archivos personales.
No sé si confiarle estas sospechas al informático loco, puede que él también pertenezca a toda esta red que me vigila y que me provoca terribles pesadillas en las que me veo amordazada dentro de un coche y a la deriva.
Ayer después del trabajo decidí relajarme un poco. Los ecompañeros iban a ver un partido de fútbol a un bareto cercano pero yo paso de oír como le ladran a la pantalla panorámica.
Me fui al Antro, allí al menos se escucha música y puede que el impresentable de mi eamigo se reuniera allí conmigo al acordarse que era mi ecumpleaños.
La música de local era perfecta y los acólitos que merodeaban a mi alrededor tenían buena pinta. Pasaba el tiempo, mi eamigo no venía. De golpe recordé que daban un especial anime. Definitivamente es un inmaduro. Le mandé un MMS con el siguiente archivo
Un momio de los que rondaban por allí se me acercó. Tenía una pinta de pedante encantador. ¿Por qué no dejarlo creer que me había conquistado con su discurso pseudo-intelectual y la descripción de sus logros personales? Cuando me habló de su casa Q5 en una buena zona residencial, bajé todas mis guardias y pensé en lo agradable que sería un baño perfumado con un copita de cava en ese jacuzzi que decía tener…
Salimos juntos del local, él con su sonrisa “vitaldent” y una mano en mi cintura, mientras echaba una mirada de reojo al resto de momios del local con aire victorioso.
Pobrecillo! Se nota que no ha aprendido todavía que nosotras somos las de la intuición, y mi intuición me estaba diciendo que ese momio sólo tenía un polvo que me iba a conceder a mí misma como regalo de ecumpleaños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario